La Prostitución en la Comunitat Valenciana Atención a las víctimas Generalitat Valenciana
Tanto la ciudad de Corinto y la isla de Chipre no se quedaban atrás y gracias a Estrabón sabemos que existía una cierta prostitución religiosa en los templos y según sus textos, había más de 1.000 prostitutas. C, y con las ganancias de este negocio construyó un templo dedicado a Afrodita Pandemos, diosa del placer sexual. En la época clásica, las pórnai son esclavas de origen bárbaro; a partir del período helenístico, se incorporan al gremio muchas jóvenes esclavas, que solo dejarían de serlo cuando fuesen adoptadas por su amo. Su trabajo se desarrollaba en los prostíbulos, generalmente en los barrios conocidos por esta actividad, tales como El Pireo que era el puerto de Atenas o el Cerámico de Atenas. Fenicia tenía una situación compleja, ya que atendía a las creencias religiosas de esa civilización mediterránea.
Uno de los principales cambios que contempla esta proposición de ley sobre prostitución en forma de reforma del Código Penal consiste en ampliar el castigo del proxenetismo. Como se explica en la propia exposición de motivos, la redacción vigente del Código Penal “no castiga cualquier forma de obtención de lucro de la prostitución ajena, sino que exige que esa obtención de lucro se haya llevado a cabo mediante la ‘explotación’ de la persona prostituida”. “Esta definición ha llevado a una total inaplicación de este precepto y, en la práctica, a la impunidad total del proxenetismo”, añaden en el documento. El PSOE postula que es necesaria la creación de una ley integral que permita la erradicación de la trata con fines de explotación sexual y la prostitución, ya que, sin prostitución no hay trata y sin trata no hay prostitución.
Las prostitutas desempeñaron un papel en varias celebraciones religiosas romanas, principalmente en el mes de abril, sobre las cuales presidió la diosa del amor y la fertilidad Venus. Si bien la prostitución fue ampliamente aceptada, las prostitutas a menudo se consideraban vergonzosas. Tanto en la Antigua Roma, como en la Antigua Grecia, la libertad sexual permitía que este tema no fuese tomado como tabú, sino con total naturalidad. Eran civilizaciones mucho más evolucionadas que la nuestra comprendiendo la sexualidad en todos sus sentidos, incluso con la homosexualidad, pues era venerado el cuerpo humano como belleza, independientemente de ser hombre o mujer, y eso lo podemos apreciar en el arte de la época. El Antiguo Oriente Próximo era el hogar de muchos santuarios, templos o “casas del cielo”, que estaban dedicadas a varias deidades.
Los hombres y los transexuales son parte también de esta realidad, pero siguen siendo, desde el punto de vista cuantitativo, una realidad residual, lo que sitúa claramente la prostitución en el marco de las relaciones desiguales entre hombres y mujeres. En efecto, abordar la prostitución supone introducirse en un grupo social que, precisamente por su ausencia (actual) de regulación en nuestro país, carece de datos demográficos que puedan consultarse en bases de datos tales como el INE o EUROSTAT. Esta tendencia fue revertida en 1954 con la Ley de Vagos y Maleantes aprobada por el gobierno franquista, que establecía por primera vez penas de prisión para las personas que se dedicaban a la prostitución, dado que la consideraban una actividad "inmoral y perjudicial para la sociedad". La relación del régimen franquista con la prostitución se endureció a partir de 1970, con la 'Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social', que establecía medidas de internamiento y rehabilitación para las prostitutas. A pesar de esto, dado que los ayuntamientos sí que tienen competencias con respecto a la ordenación del territorio y a la regulación de las actividades económicas, pueden poner ciertos límites y barreras al ejercicio de la prostitución. Por ejemplo, pueden denegar las licencias a los locales de alterne donde se ejerza la prostitución (o actividades relacionadas con esta).
Incluso la Iglesia la permitió en algunos sitios, aunque era necesario que se distinguiesen de las “mujeres decentes”, por lo que su vestimenta era diferente a las de las demás. Los chiitas consideran todas las relaciones sexuales fuera del matrimonio adecuado como haram. Al igual que los chiitas, los sunitas consideran que la prostitución es pecaminosa y prohibida.
En la comprensión de que dicha persona necesita protección especial, y aun así se explote para estos fines. Será sancionado con dos a cinco años de prisión y multa de doce a veinticuatro meses. El artículo 190 establece que la condena de un juez extranjero se asimila a las sentencias de los jueces españoles. También establece que se comprometen a castigar a toda persona que, para satisfacer las pasiones de otra, aun con el consentimiento de tal persona.
El Código de Hammurabi, ya regulaba los derechos de herencia de todas las prostitutas. Como vemos, en la antigua Mesopotamia se reconocía la necesidad de proteger los derechos de propiedad de las prostitutas. En el Código de Hammurabi se hallan apartados que regulan los derechos particulares de las hieródulas. Ambas denuncian el estigma y el paternalismo con el que se trata a las prostitutas por parte de las instituciones.
En cuanto a la nacionalidad de las mujeres que ejercen la prostitución en España, hay que tener en consideración que influye decisivamente el lugar donde se sitúa el proyecto y que las nacionalidades varían mucho y con mucha frecuencia, dependiendo de factores de procesos migratorios de distinta índole. En el periodo señalado, y de forma global, Nigeria y Brasil están entre los países de origen más frecuentes, teniendo también bastante representación República Dominicana, Rumanía y Colombia. Productos eróticos , que muestra un porcentaje bastante alto, pero solo está presente en Zaragoza, teniendo allí una dinámica propia y particular.
Si bien es cierto que este último agrava la pena, la prisión correccional pasa de tener una duración de 6 meses y 1 día a 4 años y 2 meses, y en el caso de que el reo fuera autoridad se le impondrá la inhabilitación temporal absoluta (de 6 años y 1 día a 12 años). Además, se incluye un nuevo tipo penal, consistente en incumplir las disposiciones sanitarias de policía sobre la prostitución, con penas de multa de 5 a 25 pesetas. Si esto se percibe y se siente en relaciones estables y “legales”, imaginemos el tipo de energía que transmiten cada uno de los clientes que necesitan comprar los servicios de las prostitutas. Difícilmente podemos encontrar clientes y proxenetas que transmitan respeto, cariño o admiración hacia una prostituta. La prostitución se puede definir como la entrega sexual de una persona a otra, a cambio de una retribución económica. Sin embargo, no todas las conductas relacionadas con la prostitución son consideradas como delito.